Lo mejor de Alicante en 9 productos: sabor, tradición y buen gusto

1. Cerámica tradicional alicantina

Piezas artesanas únicas, pintadas a mano con mimo y tradición, que rescatan la esencia más pura de lo mediterráneo. Cada plato es una obra cargada de historia, textura y color, perfecta para realzar cualquier mesa con ese encanto rústico y auténtico que nunca pasa de moda.

Ideales para presentar aperitivos con estilo, vestir una comida especial o regalar algo con carácter y sentido, estas piezas combinan funcionalidad con estética.

Con diseños florales, geométricos o clásicos, los colores intensos y los acabados brillantes nos recuerdan a las sobremesas de siempre, al calor del hogar y al mar de fondo. Si buscas un recuerdo con alma o simplemente quieres dar un toque especial a tu cocina, acércate a Cerámicas V. Pascual, en pleno centro de Alicante, y déjate enamorar por su colección.

2. Spice Coffee y Sal negra del Himalaya de Carmencita

Convierte tu pausa del café en un ritual lleno de sabor con las nuevas mezclas aromáticas Spice Coffee. Diseñadas especialmente para transformar tu café, leche o recetas de repostería, estas combinaciones de especias llevan cada sorbo a otro nivel.

Desde el toque cálido y envolvente del Sweet Coffee, pasando por la exótica y especiada mezcla del Thai Coffee, hasta la ya popular Golden Milk, con cúrcuma, jengibre y canela, cada variante es una invitación a explorar nuevos matices sensoriales.

Por otro lado, la Sal Negra del Himalaya es exótica, atrevida y con carácter propio. Una joya mineral que llega desde la región del Punjab (Pakistán) para dar un giro inesperado a tus platos.

Su origen volcánico le confiere un aroma sulfuroso muy característico, con notas ahumadas que elevan desde una ensalada de frutas tropicales hasta unos huevos revueltos. Y como siempre con Carmencita, presentada en su práctico molino ajustable, para que elijas entre una molienda fina o gruesa según lo que te pida el cuerpo.

Hambos productos están disponibles en Carmencita, la marca alicantina que ha llevado el sabor a todos los rincones del mundo.

3. Kit para paella y Ñora picada de Carmencita

¿Quieres preparar un arroz alicantino de los que hacen historia… pero sin volverte loco buscando ingredientes? El Kit para Paella de Carmencita es tu aliado perfecto. Dentro encontrarás todo lo necesario para que el resultado sea un arroz sabroso, equilibrado y con el auténtico sabor de la terreta.

El secreto está en los ingredientes naturales cuidadosamente seleccionados, entre los que destaca la ñora picada, ese toque maestro que transforma cualquier receta en una explosión de tradición. Su perfume ahumado y su intensidad elevan arroces, fideuàs e incluso platos más humildes como unas simples patatas al horno.

Pensado para quienes quieren cocinar sin complicaciones, pero con amor por el producto bien hecho.

4. Aceite de oliva virgen extra Señoríos de Relleu, Vinos Enrique Mendoza y Mistela Vall de Xaló

Hay paisajes que saben a oro líquido. El AOVE Señoríos de Relleu nace en las montañas del interior de Alicante, donde el olivo se cultiva con mimo y tradición. Este aceite de oliva virgen extra es una joya por dentro y por fuera: su sabor equilibrado, su perfil aromático y su presentación colorida y elegante lo convierten en un regalo perfecto (o en ese capricho que te mereces).

Y si hablamos de excelencia líquida, no podemos dejar de lado los vinos de Enrique Mendoza, una de las bodegas más premiadas de la provincia. Desde su finca en l’Alfàs del Pi elaboran referencias con carácter mediterráneo, como su Chardonnay fresco y floral o su Monastrell-Merlot, potente y seductor.

¿Y para cerrar el festín? Nada como una copa de Mistela Vall de Xaló, el licor dulce más querido de la Marina Alta. Ideal para brindar al final de una buena comida o acompañar ese postre especial que te hace cerrar los ojos al primer bocado. Tradición embotellada con sabor a celebración.

5. Mano de Santo

Y si el día (o la noche) se te ha ido de las manos, tenemos el remedio perfecto: Mano de Santo. Este complemento multivitamínico se ha convertido en el aliado imprescindible de quienes no quieren renunciar a nada.

Ya sea después de una fiesta, una carrera o un día maratoniano, actúa en tres pasos para ayudarte a recuperar el cuerpo y volver a estar en forma.

Su fórmula combina ingredientes naturales que hidratan, revitalizan y equilibran, y lo mejor: puedes tenerlo en casa con solo un clic. Lo encontrarás en su tienda online: www.manodesanto.zone.

6. Embutidos de Pinoso

Desde Pinoso nos llegan estos embutidos elaborados como se ha hecho toda la vida: con recetas heredadas, ingredientes de cercanía y ese punto justo de condimento que solo da la experiencia.

Cada pieza es un homenaje al saber hacer tradicional, con ese sabor intenso que recuerda a las matanzas del pueblo y una textura inconfundible que pide pan y buena compañía. Perfectos para una barbacoa, una tapa contundente o para regalarle al paladar un poco de historia local en forma de bocado.

7. Salazones alicantinos

Si buscas un picoteo con carácter, aquí tienes a los tres mosqueteros del aperitivo alicantino.

La hueva y la mojama, auténticas joyas del mar, se curan con mimo durante semanas para concentrar su sabor salino y profundo. A su lado, las almendras marcona, crujientes y suaves, ponen el equilibrio perfecto.

Esta combinación no solo es deliciosa, sino que cuenta una historia: la de nuestra costa, nuestras lonjas y una forma de entender la vida a base de producto, paciencia y respeto por la tradición marinera.

Sírvelo con un buen vino blanco o una cerveza bien fría, y disfruta de un ritual que nunca falla.

8. Queso de vaca de Quesería San Antonio

En el norte de la provincia, donde la calma y el paisaje rural aún marcan el ritmo, se encuentra la Quesería de San Antonio. Allí, con mimo y tradición, se elabora uno de los quesos más reconocidos de la zona: un queso artesano de leche de vaca, con textura cremosa, aroma suave y un sabor profundo y equilibrado que conquista desde el primer bocado.

El secreto está en el cuidado del proceso. Desde la selección del ganado hasta la maduración, todo se hace a pequeña escala, con la sabiduría de los maestros queseros y el respeto por los tiempos naturales. Este queso no solo ha enamorado a los paladares locales, sino que ha cruzado fronteras, recibiendo premios internacionales que reconocen su calidad.

Ideal para disfrutar solo o en compañía, en una tabla gourmet, con un buen vino o como protagonista de un aperitivo especial. Y si buscas un regalo con carácter alicantino, este queso es una apuesta segura: auténtico, de cercanía y con esa elegancia discreta de las cosas bien hechas.

9. Turrones El Artesano y Dátiles de Elche

Y si hay un sabor que representa a Alicante en el mundo, ese es el del turrón. En Jijona, donde la tradición se palpa en cada obrador, se elaboran desde hace generaciones los míticos turrones El Artesano.

Auténticos, artesanos, con almendras de primera y miel de azahar que se funden en una mezcla irresistible. Pero no todo es clásico: hoy también puedes encontrar turrones con chocolate, con frutas, con toques cítricos o incluso salados, pensados para sorprender y ampliar horizontes más allá del típico postre navideño. Un dulce para cada ocasión, para cada paladar… y para cada antojo.

Y si seguimos hablando de tradición, no podemos olvidarnos de los dátiles de Elche. Procedentes del mayor palmeral de Europa, estos frutos dorados son pura energía natural, un capricho saludable y un ingrediente gourmet para combinar con quesos, patés o simplemente degustar en solitario. Jugosos, sabrosos y llenos de historia, son un regalo del Mediterráneo que se puede disfrutar todo el año.

Jijona y Elche nos recuerdan que Alicante también sabe a dulce. Y vaya si lo hace bien.

Alicante no solo se saborea, se vive. Desde las cerámicas que decoran nuestras mesas hasta los ingredientes que llenan nuestras despensas, cada producto cuenta una historia de territorio, tradición y talento local.

Esta selección gourmet es mucho más que un souvenir: es una forma de llevarte contigo la esencia de nuestra tierra. Así que si estás de visita —o simplemente quieres redescubrir lo nuestro—, haz sitio en tu maleta (o en tu despensa) y llévate un pedacito de Alicante que, además de rico, tiene alma.