LUY PROTAGONISTAS SLIDE

Marisa Pla pasa el testigo de Luy Ideas a Graciela Gamarra

“Si miras para atrás siempre me tendrás a mi”. Esta es la frase que Marisa Plá le dice desde el corazón a su nuera Graciela Gamarra, próxima propietaria de Luy Ideas, una tienda especial, única y nada convencional. Un comercio que ha pasado de madre (Luisa Collado) a hija (Marisa Plá) y de ahí, a nuera. Hoy queremos hacer un pequeño homenaje a esta bellísima persona que es Marisa, una mujer que ha sabido recoger los frutos del duro trabajo de su madre y perpetuarlos en el tiempo, con ese ojo crítico que le ha mostrado lo que reclamaba el mercado en todo momento. También queremos abrirle los brazos a Graciela, nueva gerente de Luy Ideas, que en este año ya ha demostrado estar hecha de esa “pasta especial” que se necesita para regentar un comercio como este.

En pleno boom de preparación de mesas dulces para comuniones entrevistamos a Marisa y a Graciela, segunda y tercera generación de gerentes de Luy Ideas. Ellas nos cuentan la historia de este comercio que todos los “niños del 75-80″ recordarán por ser el gran suministrador de manualidades de colegio. Marisa nos hace un repaso de la historia que empieza con su madre, Luisa, viajando a Barcelona y trayendo dos cajas de lana para montar un taller de confección.

Marisa Plá ha estado al frente de Luy, su comercio familiar  Marisa Plá ha estado al frente de Luy, su comercio familiar

Marisa lleváis 61 años abiertos, ni más ni menos. Este es, sin duda, uno de los comercios más antiguos de la ciudad. Habéis estado en cuatro locales diferentes y habéis tenido hasta 15 empleadas o más trabajando simultáneamente. Ahora tú te jubilas pero se queda Graciela al mando, que ha aprendido todo del negocio durante este año que ha estado mano a mano contigo. Dicho así suena a que te puedes ir satisfecha del trabajo realizado ¿no crees?: Claro que sí, lo que yo he disfrutado en mis tiendas es algo inimaginable, y es lo que espero que Graciela haga, disfrutar de Luy como lo he hecho yo.

Resúmenos la trayectoria de Luy, empieza con tu madre enviudando y teniendo que encargarse de la familia sin tener ingresos fijos: Sí, mi padre murió y mi madre tuvo que sacarnos adelante, ella era muy mañosa pero realmente conocía el sector textil porque mi padre tenía una fábrica. La fábrica quebró al morir mi padre pero mi madre, ni corta ni perezosa, montó un taller de artesanía y labores en la Calle Quintana. Allí hacía inicialmente alfombras de nudo y tapices de medio punto. Además ella supo ver la necesidad de los uniformes de los colegios y ahí comenzó el negocio de verdad. En Luy se hacían gran parte de los jerséis de los colegios de la ciudad. Contrató personal y allí que estaban todas tricotando.

¿Qué hacía Marisa Plá por aquel entonces?: Yo incordiaba a las trabajadoras de mi madre, les ponía alfileres en la silla y les echaba agua desde lo alto del local (risas). Las empleadas de mi madre me tenían enfilada, normal claro. Luego yo empecé a estudiar magisterio y me puse a trabajar en las Carmelitas.

Pero el negocio de los uniformes tuvo un fin con la industrialización del trabajo: Sí, cuando ya se podían adquirir los uniformes en todas las tiendas mi madre se dedicaba a encargos especiales, prendas que no podías encontrar en esos otros comercios. Entonces viajamos a Barcelona y descubrimos una tienda que se llamaba Didó y tenían juguete educativo y manualidades, y empezamos a comercializar sus productos en nuestra tienda. Casi como lo que son las franquicias hoy en día. Luy comenzó a tener arcilla, rafia, madera, escayola, cerámica… Como éramos la única tienda de Alicante que vendía este producto y los colegios lo reclamaban empezamos a especializarnos y el negocio se posicionó también en esta línea.

Erais unas auténticas visionarias: La finalidad de mi madre con Luy era poder vivir y dar un servicio a los demás, nunca vio esto como un negocio y eso me lo supo transmitir muy bien. Luy es un comercio que quiere dar servicio a los demás, allí donde hay una necesidad que nosotras podamos cubrir, allí estamos. Esto creo que Graciela también lo tiene claro. Obviamente en el camino hay que saber disfrutar, y esto ya depende de cada uno. Yo he disfrutado muchísimo, aunque también he tenido mis momentos duros, como todos.

Ahora vuelve a estar de moda todo el tema de las manualidades, hoy lo llamamos “hand made”: Sí, sí, deja que me ría porque todo esto me hace mucha gracia. Antes se hacían muchísimas más manualidades que ahora. El que lleva en el sector tantos años como yo ha visto ir y venir modas cíclicamente. Hace años tuve que tirar cajas de lana porque no les daba salida y ahora todo el mundo se ha puesto a coser otra vez. Todo vuelve, son modas, y todo está inventado, lo que pasa que le llamas de otra manera. Y también te digo otra cosa, ahora todo es más fácil, te pongo un ejemplo: teníamos una manualidad en el colegio que era hacer un percherito con una cuchara de madera para regalar a las madres. En mi época había que llamar a la fábrica de cucharas de madera de Valencia y comprarlas allí, gestionar todo lo que eso conlleva. Hoy por internet o en los mismos chinos las encuentras a dos duros.

En esos tiempos ya habíais cambiado de local ¿verdad?: Sí, nos fuimos a la Calle Segura y allí estuvimos 30 años. Es el local que casi todo el mundo recuerda, en el que estuvimos más años. Fuimos ampliándolo poco a poco para poder ir abarcando manualidades, juguetes y labores. Fuimos, por ejemplo, las primeras que trajimos la marca DMC a Alicante, ahora tan conocida de nuevo. Esta marca le hizo un homenaje a mi madre como persona que había introducido la tapicería aquí.

Marisa, tu madre se jubila y a los cuatro años fallece, tú ya le ayudabas en la tienda, sabías cómo iba el negocio: Sí, yo seguía trabajando en el colegio hasta que me tuve que hacer cargo por completo de la tienda. Amplié la tienda, ya dábamos servicio de labores, juguetes y manualidades. Después decidí comprar este local actual, aquí en la calle Pablo Iglesias. Me encargué de todo el traslado, la inauguré y aquí llevamos 18 años. 

Pero antes de venir a Pablo Iglesias llegaste a abrir una segunda tienda en la calle Bazán, (hoy se ubica un restaurante italiano) que restaurásteis: Sí, aquella época fue bonita. La segunda tienda la abrimos porque vimos otra necesidad que fue la mantelería, los juegos de camas, la lencería, los bordados, el punto de cruz… Este servicio no casaba bien con los juguetes o las manualidades, por lo que había que ponerlo en otro local y aquel local es el que llamamos Luy Ideas. La tienda la reformó Miguel Salvador y Carlos Campany, y estuvo abierta 10 años.

Bueno, es una trayectoria impresionante, un no parar. Creo que has sabido aprovechar todas las oportunidades y nunca has parado, siempre creciendo. Además has sido tremendamente innovadora, empezaste a hacer las demostraciones de productos, congresos, ferias…: Sí, aquí en Pablo Iglesias empecé a dar talleres de patchwork y demostraciones de otras cosas, como decoración de Navidad, que eran muy solicitadas. Lo que ahora está tan en alza, los cursos de costura o de técnicas de manualidades, eso ya lo empezamos a hacer nosotras desde, por lo menos, el año 98 aquí. Estas reuniones eran multitudinarias, se desbordaban. He hecho muchísimas cosas, siempre ayudando a mis clientas, siempre intentado ofrecer lo mejor y lo más difícil de encontrar.

Y toca parar ya Marisa, disfrutar de los nietos, de la jubilación, del tiempo libre que tanto te mereces: Sí, ya toca, ha sido una parte de mi vida muy bonita, muy importante, en la que me he sentido apoyadísima por mi marido, por mis suegros, por mis hijos… Y por suerte tengo a Graciela a mi lado.

Graciela, ¿cómo vives el hecho de heredar el comercio de tu suegra? Algo tan generacional, que ella heredó de su madre…: Si lo pienso fríamente sí que se ve raro, o diferente. Yo estoy enormemente agradecida y creo que ha sido algo como obra del destino. Me he cruzado en mi vida con Luy muchas veces sin saberlo y al final he acabado aquí.

¿Cómo es eso de que te has cruzado con Luy durante toda tu vida?: Pues de pequeñita me mandaban a comprar las manualidades del colegio a Luy, además estudié dos años en Carmelitas aunque no conocí a Marisa allí. Y la guinda del pastel fue que empecé a trabajar en la misma empresa que su hijo Carmelo, sin yo saberlo. Luego lo descubrí, comenzamos a salir, nos casamos… Y aquí estoy. Empecé a echarle una mano en la temporada de Navidad, comuniones, etc, de esto hace más de un año.

Marisa ¿cómo ves a Graciela en Luy?: La veo perfecta. Ella congenia conmigo en muchas cosas: le gusta la cocina, es muy habilidosa, mañosa, no es tan espontánea como yo, ella es más tranquila. Cuando se acercaba el tema de la jubilación me planteaba vender el negocio pero nada cuajaba. Aquí tienes que tener un sexto sentido, una intuición, una visión diferente y Graciela la tiene. Además atiende a las clientas mejor que yo (risas).

¿Cómo te quedas Graciela?: Cuando Marisa me planteó el tema de la tienda me quedé sin palabras. Se que es algo importantísimo para ella y no deja de tener cierta presión, pero me gusta la idea y me siento capaz, estoy como en casa.

¿Cambiarías algo de Luy Ideas?: No, quiero mantener los puntales del comercio: labores, juguete tradicional, eventos, las casas con detalle, decoración… Quiero seguir la línea que marcaron Luisa y Marisa, intentar dar buen servicio a la gente, innovando según las necesidades del mercado. Ahora vuelve la moda de tricotar, por ejemplo, nosotros somos uno de los comercios más especializados en este sentido.

Marisa, tus hijos han vivido la tienda de otra manera diferente, ellos no han querido continuar con el negocio, pero Graciela ha tomado ese lugar: Sí, se que hablar de suegra y nuera no es lo habitual. A mi siempre me ha preocupado el tema de que relacionasen la tienda conmigo al 100%, y me gusta ver que esto no tiene por qué ser así, nadie es imprescindible y yo eso lo he vivido con el fallecimiento de mi madre. También tengo que decir que la relación con mis suegros era extraordinaria por lo que no me resulta extraño que yo tenga buena sintonía con Graciela, la verdad.

Bueno, llega el momento de las recetas, quiero una receta de cada una:

Receta de Marisa: Os voy a dar la receta de mi aperitivo estrella “Saquitos de cebolla caramelizada y morcilla y presentados con miel de caña”. Compras las obleas de las empanadillas, coges morcillas de cebolla de Alicante y las deshaces en una sartén, le añades más piñones y cebolla confitada. Lo mezclas bien y lo dejas enfriar. Una vez frío lo pones en el centro de la oblea y haces el saquito, lo cierras con cebollino y lo fríes en abundante aceite. Cuando se enfríe todo le pones unas gotitas de miel de caña.

Receta de Graciela: Pues en casa no suelo cocinar yo, cocina más Carmelo, pero hago unas empanadillas argentinas muy ricas. No os puedo dar la receta exacta porque yo lo hago a ojo (risas). Pero mi secreto es ponerle a la mezcla un preparado de chimichuri y está buenísimo.

NUESTRA SHORT LIST DE MARISA:
Lugar favorito de la provincia: Elche
Un sitio para cenar: Pude comer y cenar en El Bulli hace unos años
Plato favorito: El arroz con costra
Qué destacarías de Graciela como persona: Tiene muchos valores, creo que su serenidad, que me tiene impresionada, y es muy trabajadora
Un capricho: Pues ver crecer a mis nietos
Una manía: el orden y la limpieza pero no llega a los límites enfermizos, sólo me gusta por organizarme mejor
Define Luy en una frase: Comercio único

NUESTRA SHORT LIST DE GRACIELA:
Lugar favorito de la provincia: Altea
Un sitio para cenar: Donde Carmelo me pidió que me casara, es muy importante para mi, es el hotel Oberoi Amarvilas de Agra, en la India
Plato favorito: Un hojaldre de salmón que probé en La Ereta
Qué destacarías de Marisa como persona: Hay muchas cosas que yo admiro de ella y es que siempre ha tirado adelante, incluso sola. Ha sido muy emprendedora
Un capricho: Viajar y conocer sudamerica
Una manía: Tengo muchas, tocarme las uñas y el pelo por ejemplo
Define Luy en una frase: Atención personalizada

Luy siempre se ha llamado igual, desde que la fundó Luisa Collado en 1954. El nombre viene de Luisa, aunque ella quería llamarle “Creaciones Marisa”, está hasta patentado. Realmente la tienda que se llamó Luy Ideas fue la de la Calle Bazán. Graciela quiere mantener el nombre de Luy Ideas actualmente. Además el primer logotipo del negocio era un ovillo de lana formando las letras, después pasó a ser el actual, con las letras picudas, que estaba hecho con la tipografía de Luisa Collado.

Luy Ideas 
Calle Pablo Iglesias 10
Alicante
965 20 87 62
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Establecimientos

Artículo sobre:

Protagonistas

25-05-2015

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